“Si la abeja desaparece de la superficie del planeta entonces el hombre sólo tendrá cuatro años de vida. No más abejas, no más polinización, no más plantas, ni más animales, no más hombre ”
Aún no hemos llegado a ese punto, pero algunos indicadores son preocupantes, ya que muestran caídas dramáticas en la población mundial de abejas, impactando además de la producción de los cultivos y el ecosistema, a la economía del sector agrícola. En cifras concretas. en Estados Unidos las abejas polinizan más de $14 billones de dólares en valor, de semillas y cultivos cada año.
El CCD o Síndrome de Colapso de las Colmenas es una catástrofe
planetaria que viene contagiando silenciosamente a todas las abejas en el mundo
y aún nadie sabe qué hacer.
Se propaga irremediablemente por el mundo, amenazando a
las abejas y, junto con ellas, al 75% de las plantas que conocemos que sin
estos agentes polinizadores, pueden morir antes de reproducirse.
El panorama
resulta aún más preocupante al identificar el rol indispensable que
tienen las abejas en la conservación del ecosistema y la vida misma en nuestro planeta, ya que son parte indispensable de su equilibrio esencial.
A la fecha en Estados Unidos ha desaparecido el 60% de la
población de abejas.
En Francia
y Austria el CCD mermó la población de abejas en un 50%.
En España,
Alemania, Suiza otro tanto, mientras el veranos pasado se reportaron los
primeros casos en Argentina, Brazil, Colombia y Chile.
Si el CCD continúa convirtiéndose en pandemia mundial y
desaparecen las abejas, el 75% de las plantas de todo el planeta –alfalfas,
naranjas, duraznos, enredaderas, orquídeas, eucaliptos, tomates, etc– dejarán
de dar frutos, se secarán y morirán.
Este es un problema mayúsculo, pues la ciencia ha logrado modificar
todo en los vegetales, pero no polinizarlos artificialmente. Lo han intentado
con pinceles, jeringas, maquinaria, aviones y hasta con transgénia, pero nada
es tan efectivo y preciso como una frágil abeja. Desde los minúsculos
andrénidos pasando por la abeja común melífera: todos son polinizadores.
POSIBLES CAUSAS
Hay evidencia de
que el sistema inmunológico de las abejas ha sido afectado de manera negativa
por las prácticas de la agricultura moderna. Esto va desde el uso de
insecticidas hasta el criadero controlado de abejas para tener un ejército de
polinizadores listos para servir a los cultivos. Algunos investigadores
opinan que los cultivos genéticamente modificados son un factor que contribuye
a que la población de abejas haya disminuido. El estrés es otro factor, debido
a que la presión se incrementa día a día sobre las colonias ya que su hábitat
se redujo cada año debido al desarrollo urbano. Los parásitos también son un
problema.
Los
investigadores han descubierto múltiples infecciones coexistiendo en algunas colonias,
muchas de las cuales también están infectadas con hongos, un indicador de que
el sistema inmune de las abejas ha sido seriamente comprometido.
Hay
un segundo set de factores que incluye los efectos mecánicos del quantum
relacionado con los campos electromagnéticos y las ondas electromagnéticas. La
mayoría de las pérdidas han ocurrido como resultado de que las abejas no son
capaces de navegar de regreso a sus colmenas. Las abejas han experimentado un
estado de desorientación lejos de la colmena y esto no puede ser atribuido a
problemas del sistema inmunológico.
Para esto hay dos posibles causas:
1)
Nuestros accesorios de alta tecnología, especialmente los celulares. Una
investigación realizada en Alemania determino que las abejas mostraban un
cambio marcado de comportamiento cuando se encontraban cerca de líneas de poder
y un estudio realizado en la Universidad de Landau encontró que las abejas
evitaban regresar a su colmena cuando se colocaban celulares cerca.
2)
La otra causa, aunque parezca rara, se relaciona con la actividad solar. Un
estudio por la matemática Barbara Shipman, provee uno de las teorías más
fascinantes. Un aspecto crítico de la actividad de las abejas se basa
obviamente en encontrar fuentes de polen y regresar a la colmena. De acuerdo
con Shipman "esta rutina es facilitada por la danza que realizan las abejas.
Indica que esta danza está influenciada por factores como la polarización de la
luz del sol y las variaciones del campo magnético terrestre. Y va más allá al
sugerir que las abejas son capaces de identificar quarks. La teoría de los
focos solares sostiene que las abejas parecen ser muy sensibles a las
fluctuaciones de energía. Un estudio expuso una colonia a un campo de alta
intensidad magnética y concluyo que las reacciones de las abejas revelaron una
gran sensibilidad a la resonancia magnética nuclear". Esto ocurre cuando una
onda electromagnética altera la orientación del núcleo de los átomos.
La desaparición de la abejas, una consecuencia más del llamado "progreso," que
muchas veces nos hace retroceder, en vez de avanzar.